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Falacia del hombre de paja

La necesidad de falsear la personalidad o de mantener una fachada social se percibe hoy más que nunca, en contra el cambio sano, auto dirigido y funcional en el cual todos tenemos la responsabilidad de embarcarnos si así lo necesitamos, la tensión en estos periodos de cambio necesario que todos hemos pasado o pasaremos, se produce principalmente por tratar de cumplir unas expectativas que no nos corresponden, y que por lo general nos vienen impuestas desde nuestros entornos. Esta tensión se va a notar de forma inevitable, he visto innumerables casos en que se acumula odio, resentimiento, y rencor por tener que realizar cosas con las que no se está de acuerdo, y no es un simple “yo no soy así” es más bien un “yo no quiero ser así” es decir no es donde me dirijo, no es mi meta, no me va a servir para llegar a donde quiero estar ni ser quien me gustaría ser.

Seguro que recuerdan la famosa edición de Gran Hermano VIP en la que participaba Belén Esteban, hay que reconocer que ofreció momentos realmente hilarantes, y todos recordamos sus frases más celebradas, al mismo tiempo gran parte de la audiencia se preguntaba desconcertada como alguien que estaba teniendo semejante comportamiento de anti-convivencia era recompensada y salvada constantemente por la audiencia, hay una frase que oí repetir una y otra vez a Belén Esteban en el confesionario de GH que siempre iba seguida de un estruendoso aplauso “yo soy asi”.

La tentación de el “yo soy así”

Y es que el “yo soy así” es muy tentador, la televisión y la publicidad nos lo muestran durante las 24 horas, una oda constante a la rebeldía a encubrir todo lo que no queremos cambiar o nos molesta bajo nuestra negación profunda a tomar en consideración cualquier modificación de nuestras conductas, hoy mismo pasando por una famosa sucursal bancaria leo un slogan en el que pone “que nadie te diga lo que has de hacer” junto a una fotografía de una pareja homosexual que firma una hipoteca en la entidad, estas son la clase de manipulaciones a las que estamos expuestos queramos o no, dia tras dia, una forma doble de usar el acuerdo social sobre las libertades civiles y blindarse a la crítica usando temas de especial sensibilidad ¿si usted está en desacuerdo con las condiciones de una hipoteca estará necesariamente atacando la libertad de orientación sexual de las personas? Pues no, en realidad no tiene nada que ver una cosa con la otra, pero es un viejo truco de marketing repetido hasta la saciedad, basado en la falacia del hombre de paja.

Falacia del hombre de paja

Todo esto sin dejar de estar acompañados día y noche por las máximas publicitarias, como por ejemplo “solo hazlo” (just do it) “se tu mismo” (be yourself) o “la vida ya tiene demasiadas normas” lemas que incitan a la acción pero sin dejar claro a qué, ni cuándo, ni cómo actuar, ciertamente no se me ocurre mejor definición de ansiedad que esa sensación de “tengo que hacer algo pero no se el que” todo decorado con fotos de modelos cuidadosamente desastrados, que parecen vivir en la felicidad permanente chapoteando en una playa paradisíaca, sin más equipaje que una mochila, un ipod de última generación y unas sandalias, este es el doble mensaje que recibimos, se tu mismo, sé rebelde, exprésate, pero que no se te ocurra salirte del guión ni una décima en tu vida normal, esto lleva a mucha gente a recurrir a esa línea divisoria artificial, conscientes de esta constante incoherencia se refugian en la solución fácil de “hacerse el tonto” cuando no se ven capaces de auto indoctrinación en esa división artificial de la personalidad.

be yourself

Naturalmente que no estoy hablando de comportarse como un robot ni de ser un rebelde sin causa, esto llevaría de nuevo al “porque yo soy asi” como justificación a todo, que en muchos más casos de los que aparenta no es más que una futil declaración de rigidez cognitiva, que trasluce falta de competencia social e intolerancia a la frustración, la incapacidad de asumir roles variados, o la tendencia a confundirlos, es uno de los grandes déficits que muchas personas expresan como una presunta virtud, y no lo es, como digo siempre medio en broma medio en serio a nadie se le ocurriría tratar a su novio como a su jefe, ni a su madre como a su cuñada, y menos aún elogiar tal actuación ¿por qué? porque esto no es signo de ser falso o hipócrita,es tener coherencia con las situaciones y las personas, es saber adaptarse, lo que a la vez que nos permite fijar nuestros límites en cada nueva relación sin rechazarla o ensalzarla de forma irreflexiva, conlleva inevitablemente entender las situaciones de los demás, lo cual además de enriquecernos nos producirá un lugar seguro en que podamos ser, de verdad  nosotros mismos, nos hará más tolerantes nos hará más seguros, y todo ello  sin tener la necesidad de embarcarse en una agotadora lucha de identidad contra el mundo a la mínima sugerencia de cambio.

Si estás dispuesto a cambiar en nuestro podemos ayudarte para que te suponga un esfuerzo menor.

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